No puedo resistir el hacer mención de la portada de este libro, ya que es una de las más bellas que he visto. El rostro suspendido en el tiempo de una hermosa joven de labios rosas y ojos verdes que observan a través de una prisión de hielo, es sencillamente una imagen hermosa para la vista y la imaginación.
Debo admitir que este es el primer libro que leo sobre trastornos alimenticios, sin embargo me resulto muy interesante no es el típico libro de problemas adolescentes (y no digo que los trastornos alimenticios sean exclusivos de adolescentes) que nos lleva por todo el camino que recorre para llegar al fondo del precipicio para después resurgir en una mágica recuperación.
Tampoco es el típico libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez que más que novelas parecen libros de texto que intentan un lavado de cerebro. Frío logra su objetivo sin asustar; porque nos arrastra al mundo de Lia, lo que siente, ve y piensa al verse sumergida en un abismo oscuro del que no puede salir y en el que su mejor amiga ha llegado hasta el fondo.
Realmente de una nueva visión de esta enfermedad que atormenta ha numerosas mujeres por todo el mundo. Nos ayuda a comprenderlas dejándonos ver como es el mundo en el que están viviendo un suspiro de la vida.
Me ha dado mucha alegría leer este libro es realmente bueno y además es esperanzador.
Para concluir una cita del libro que me ha parecido el punto central de todo: “CUANDO ESTAS VIVA, LA GENTE PUEDE HACERTE DAÑO. ES MÁS SENCILLO ESCONDERTE EN UNA JAULA DE HUESOS O BAJO UNA CAPA DE NIEVE Y CONFUSIÓN. ES MÁS SENCILLO ENCERRARTE EN TI MISMA Y ALEJAR A LOS DEMÁS.
PERO NO ES MÁS QUE UNA MENTIRA”.
PERO NO ES MÁS QUE UNA MENTIRA”.
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